Le encantan las personas y su propietario me contactó porque ladraba a todos los perros que se encontraba en la calle.
A Zeus y Adriano solo le han hecho falta dos sesiones para encontrar la conexión. Si, conexión. Algo que todos los propietarios piensan que tienen con su perro, pero la conexión va más allá de lo que el humano cree.
En esta segunda sesión, hemos estado hora y media paseando y Zeus se ha comportado como un PERRAZO.
Adriano se ha dado cuenta que tiene un gran perro en sus manos. Su forma de manipular la correa, sus miedos, sus anticipaciones, hacían que Zeus detonara.
Gracias a unas pautas adaptadas a ellos, a aprender a manejar la correa con naturalidad sin tensiones y a confiar en su perro, Adriano y Zeus comienzan un nuevo camino.
Ahora van a unirse a uno de los grupos de obediencia y socialización, donde van a fomentar el vínculo mediante esta actividad y la relaciones sociales de Zeus con otros perros.
Mil gracias a Adriano por confiar en Vivir en Manada.
Seguimos!!!!
