Iniciamos el proceso de modificación de conducta de Lana, un PDAE con problemas de reactividad.
Una vez evaluada, Lana tiene muchísimo miedo a todo: ruidos, personas, perros…
En la interacción conmigo, fue a las mil maravillas. Con un inicio de muchos ladridos y movimientos hacia adelante “para echarme”, finalmente acabamos jugando al intercambio de pelotas y comió de mi mano reiteradas veces. Según me cuenta su familia, es la primera vez que accede a comer de la mano de nadie ni jugar con personas que no sean de la familia. Un buen paso!
La próxima semana volveremos a reevaluar y valoraremos los primeros cambios de su rehabilitación una vez insaturadas pautas, normas y comunicación.
Gracias Manuel y familia por confiar en Vivir en Manada