Esta madrugada a las 6 AM se ha cumplido un mes ya de tu descanso eterno. Un mes sin verte, sin tocarte, sin sentirte y sin tenerte a mi lado. Un mes muy duro, lleno de sensaciones, lleno de recuerdos, lleno de sentimientos y a la vez muy vacío sin ti.
Aún me cuesta mucho pensar que no voy a verte más (al menos en esta vida). No ver tu plato de comida junto al de Urko y Sasha, no tenerte pegada a mi pecho cuando dormíamos juntos, no verte salir de la furgoneta cuando llegamos al campo y salías siempre la última de un salto enorme y decidido, valiente como tú eras. Son tantos los momentos diarios que se quedan incompletos sin ti…
Hace unos días decidí guardar todas tus cosas en una caja muy bonita, fue un momento más que duro Chloè; tus correas, tus collares, tus arneses, tus juguetes… ufffffff… fue como un segundo entierro.
Ahora solo me quedan tus cenizas en mi mesilla de noche, donde he decidido que estés para siempre desde el primer día que entre con ellas en casa. Me reconforta darte ese beso simbólico todas las mañanas y cada noche antes de acostarme. Fuiste más que una perra, fuiste uno de los amores más importantes de mi vida junto a mi madre mi mujer, mi hijo y tus hermanos Urko y Sasha.
Tu espíritu siempre seguirá vivo entre nosotros, se que estás ahí. Te siento cerca aunque no pueda verte ni tocarte pero sé que estás conmigo. Eres nuestro ángel.
He evitado escuchar ningún tipo de música en todo el mes, para que en mi mente no se asociase ninguna canción a este suceso tan amargo, pero las cosas a veces, por más que se quieran evitar te llegan. Hace unos días salí de viaje para ver a un perro y puse una lista de reproducción con tan mala o buena suerte (no lo sé), saltó un tema muy de nuestra tierra; un pasodoble versión comparsa de Carnaval con un marcado ritmo del 3X4 que me hizo recordar este corto tiempo de dos años y medio que hemos compartido y acentuar los momentos tan amargo que sigo viviendo sin ti.
Este tema es nuestro para siempre Chloè. Tal como se hace en psicología canina, me he inundado de él, escuchándolo 50 veces hasta que me ha dejado de hacer dańo, convirtiéndolo en un sentimiento positivo para mi, para poder recordarte siempre y sentirme más cerca tuya cada vez que esta música llegue a mis oídos.
Te quiero Ratona, disfruta allá donde estés y no nos pierdas nunca de vista. Siempre juntos.