Comenzamos con la educación de Max y a modificar conductas no apropiadas.
Este Labrador de apenas un año es un puro torbellino. Max es excesivamente efusivo a la hora de saludar; salta encima sin parar, exige las cosas con ladridos, no tiene el más mínimo autocontrol...
Pero es todo un amor... como buen labrador solo quiere jugar y comer (me recuerda a Urko de pequeño)
Este Labrador de apenas un año es un puro torbellino. Max es excesivamente efusivo a la hora de saludar; salta encima sin parar, exige las cosas con ladridos, no tiene el más mínimo autocontrol...
Pero es todo un amor... como buen labrador solo quiere jugar y comer (me recuerda a Urko de pequeño)
Gracias Elena y Rafa por confiar en Vivir en Manada. Ya estamos manos a la obra!