Odie tiene 2,5 años y Bruno 9 meses de edad. Con este último hemos tenido que tener muy en cuenta a la hora de trabajar con él, que solo cuenta con un ojo (de nacimiento).
En el domicilio, hemos trabajado y solucionado varias conductas que había que cambiar. Por ejemplo, cuando llamaban al timbre, invadían la puerta a ladridos y era bastante engorroso hacer que pasasen las visitas sin que los perros molestaran o se saliesen a la zona de ascensores sin obedecer.
Con la comida, tenían que comer por separado, ya que son bastante ansiosos. Cuando uno terminaba de comer intentaba comer la comida del otro y originaba un conflicto entre ellos, por lo que sus propietarios, les daban de comer por separados.
Ahora, Odie y Bruno, comen a la orden y juntos uno al lado del otro, respetando la comida de los comederos. También han aprendido a no pasar al pasillo y esperar en el salón sentados cuando llaman a la puerta hasta la orden de libre.
Hemos trabajado en exterior el autocontrol con la pelota, ya que presentaban obsesión con ella. Han aprendido a sentarse a la orden, estar quieto hasta la liberación desde varios ángulos y distancias (con y sin distracciones), acudir a la llamada sin fallos y caminar junto.
Por otra parte, sus propietarios Jose y Sonia, han aprendido "el idioma del perro" y se llevan las claves para reforzar y continuar entrenando lo aprendido, ahora les toca seguir marcando pautas y avanzar en la educación de sus peludos. En 15 días haremos una evaluación de lo aprendido y veremos si tenemos que reforzar algún punto.
Enhorabuena a Jose y Sonia, sus propietarios, por esos perrazos tan nobles e inteligentes y gracias por confiar en Vivir en Manada!.
