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Duke, un Pit Bull que rehabilitamos hace unos meses de una altisima agresividad

julio 02, 2021 // by Vivir en Manada. //


Mordiendo las belfas de Duke!!!.

Cuando rehabilito a un perro de una conducta tremendamente jodida como la agresividad en “Nivel Dios”, se genera un vínculo inquebrantable, una conexión especial, un cruce de miradas únicas y noto como recibo un juramento de amor incondicional.

Ese sentimiento me lo transmite este perro, Duke. Un perro que genéticamente trae la agresividad grabada en su ADN por herencia y sangre.

Este Pit Bull ha pasado de ser un perro “Muy Peligroso” a “Muy Amoroso”. Duke es especial.

Cada semana nos vemos para entrenar y faltan muestras de AMOR por parte de Duke en todo momento. Le falta lengua para lamerme y patas para agarrarme.

Eres un Makina colega, hoy me has llevado a la gloria. Has hecho una sesión de socialización con 12 perros y te has comportado como un SEÑOR, trabajando en diferentes distancias y acercamientos. Llegando a soportar perros corriendo hacia ti.

No puedo dejar pasar este post sin felicitar a su propietaria Mónica por el esfuerzo, la constancia y perseverancia en todas las pautas y el control constante sobre su perro. Sin ella, Duke no estaría en la fase que se encuentra de su rehabilitación.

Enhorabuena a los dos y mil gracias Duke, colega por quererme tanto. Yo también te quiero tío!!!.