Según su propietaria Pepe ladra a otros perros y presenta reactividad. Tras evaluarlo, me doy cuenta que es un perro con mucho equilibrio, para ser un perro de agua, no me cuadra con la problemática que su propietaria me presenta.
Tras evaluar la presentación con Lobo, y Pepe trabajando conmigo, me doy cuenta que aparentemente no hay problemas con el perro.
Doy un paso más y lo meto frente a un Mastin, un Whipet y un Podenco. Que están en una valla ladrando como endemoniados. Pepe no los mira, Pepe no abre la boca, No muestra señales de miedo, anda a mi lado con total seguridad...
Tras entrevistarme con Pepa, saco indicios de sus miedos, sus evitaciones a otros perros... y es ahí donde se muestra el detonante principal.
Vuelvo a la pista con Lobo y Pepe. Esta vez atados uno a cada mano para acabar con los dos en el mismo lado sin altercado alguno. Es más, Pepe llega a mostrar interés en repetidas ocasiones por oler el culo de Lobo.
Finalmente he concluido en continuar incorporando perros y socializando a Pepe, mientras su propietaria se va a formar en comunicación canina y en manejo y control de correa para no transmitir tensiones y tener paseos amables y agradables con su perro.
Muchas gracias Pepa por haber venido desde tan lejos con 4 horas de viaje. Y gracias nuevamente por confiar en Vivir en Manada
