Finalizamos el programa de “Alegria”, una cachorra muy hiperactiva y súper-cariñosa.
Sus propietarios me transmiten los cambios que ha dado, aunque por supuesto, no deja de ser una cachorra, y eso hay que respetarlo en el perro y aprender a redireccionar evitando negativos hacia el animal. La etapa de cachorro es una etapa de descubrimientos, y jamas se le debe de coartar al perro.
Con Alegria hemos activado el nivel de emociones, dado pautas a sus propietarios para adquirir un mayor control, hemos trabajado la evasión de los miedos a los ruidos, cambiado su rutina alimenticia, estructurado el juego...
Ahora se va a incorporar a uno de los grupos especializados en socialización para cachorros, donde va a aprender a comunicarse de forma segura y controlada con otros perros mientras sus propietarios aprenden lenguaje canino.
Gracias a María y familia, por confiar en Vivir en Manada la educación de su perra.